A pesar de todos nuestros avances en astronomía, todavía tenemos que entrar en contacto con una civilización extraterrestre. De hecho, aún no tenemos ni idea de si los alienígenas existen. Pero en base a lo que sabemos sobre el Universo y nuestra civilización, podemos hacer algunas suposiciones acerca de cómo podrían ser.
En la década de 1960, un científico empezó a preguntarse si algunas civilizaciones alienígenas podrían ser mucho más avanzadas que nosotros. Se le ocurrió un sistema para describir posibles civilizaciones extraterrestres basándose en cuánta energía podrían controlar.
La escala va de 1 a 3. Una civilización de Tipo 1 sería la más cercana a la vida en la Tierra. Este tipo de civilización es capaz de captar energía de su planeta incluyendo agua, terremotos e incluso volcanes. Y aprovechan cada metro del espacio, construyendo incluso ciudades en los océanos.
El próximo paso es una civilización que pueda también captar toda la energía de su sol. Toda esta energía una civilización avanzada podría usarla para alimentar supercomputadoras y como combustible para el viaje espacial.
Esto nos lleva al Tipo 3: la supercivilización. Esta civilización sería tan avanzada que podría controlar la energía, no sólo de su sol, ¡sino de su galaxia entera! La vida se habría instalado en cada rincón de la galaxia y usaría energía de cada una de sus miles de millones de estrellas.
Desde la perspectiva de un observador externo, una galaxia ocupada por una civilización de Tipo 3 parecería casi completamente invisible. Una cosa que podríamos esperar detectar es calor.
Un nuevo estudio demuestra que las civilizaciones de Tipo 3 no existen cerca de la Vía Láctea ya que podemos ver las estrellas de las galaxias cercanas brillando intensamente. Pero quizás haya civilizaciones de tipo 1 y 2 ahí afuera esperando ser descubiertas…
Dato curioso
Nosotros somos Tipo 0 en la escala. Utilizamos energía de la Tierra, como combustibles fósiles (por ejemplo, petróleo) y energía acuática pero no usamos toda la energía de la Tierra aún. Dependiendo de lo rápido que avance nuestra tecnología y lo veloz que crezca la población de la Tierra ¡podríamos convertirnos en Tipo 1 en unos pocos cientos de años!
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